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Detoxificar el organismo

 Detoxificar el organismo se ha convertido en un acto indispensable para el mantenimiento o mejora de la salud.

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 En el cuerpo humano, con el paso del tiempo, se acumulan sustancias nocivas conocidas como toxinas. Estas toxinas provienen de diversas fuentes, como la alimentación,la cosmética aplicada en la piel, la polución ambiental y el estrés diario.  Su presencia puede tener un impacto significativo en nuestra salud, debilitando nuestros sistemas internos y contribuyendo al desarrollo de enfermedades.

En el organismo se van acumulando sustancias nocivas denominadas «toxinas»

 En el cuerpo humano, con el paso del tiempo, se acumulan sustancias nocivas conocidas como toxinas. Estas toxinas provienen de diversas fuentes, como la alimentación, la cosmética aplicada en la piel, la polución ambiental y el estrés diario. Su presencia puede tener un impacto significativo en nuestra salud, debilitando nuestros sistemas internos y contribuyendo al desarrollo de enfermedades, esto ocurre cuando el llamado “terreno” está sucio y con su pH alterado.
 Por eso, es crucial entender cómo las toxinas afectan nuestro organismo y cómo podemos combatirlas. Además existen las endotoxinas que proceden de nuestra propia digestión cuando la digestión no es perfecta al 100×100, lo cual es muy frecuente.
 La detoxificación se ha vuelto fundamental para restaurar y mantener la salud, ya que ayuda a eliminar estas toxinas y a restablecer el equilibrio interno del cuerpo. A través de una combinación de dieta saludable, hidratación adecuada, ejercicio regular y técnicas de desintoxicación específicas, así como aplicando pares biomagnéticos, podemos apoyar los procesos naturales de eliminación de toxinas y promover una mejor salud en general. Es importante recordar que la detoxificación es un proceso continuo y que debemos estar comprometidos con nuestro bienestar a largo plazo.

¿Qué son las toxinas?

 Las toxinas son sustancias nocivas que se acumulan en el cuerpo humano, provenientes de diversas fuentes como la alimentación, la digestión, la cosmética en piel y pelo, el ambiente y el estrés. Estas sustancias pueden tener un impacto negativo en nuestra salud, debilitando nuestros sistemas internos y contribuyendo al desarrollo de enfermedades. Es fundamental comprender qué son las toxinas y cómo afectan nuestro organismo para poder tomar medidas para eliminarlas y promover una mejor salud en general. La detoxificación se ha vuelto crucial en este sentido, ya que ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo y a restaurar el equilibrio interno. Mediante una combinación de hábitos saludables y técnicas específicas de desintoxicación y Par Biomagnético, podemos apoyar los procesos naturales de eliminación de toxinas y mejorar nuestro bienestar a largo plazo.

Tipos de toxinas

-Exógenas: pueden provenir de la alimentación con conservantes, pesticidas, colorantes artificiales y de medicamentos, polución, metales, cosméticos, embalajes como el bisfenol en los plásticos y latas,….

-Endógenas, como residuos del metabolismo celular y de nuestras bacterias y parásitos ya sean benéficos o patógenos, aminas diversas, ácido úrico,…. y nuestras queridas emociones que pueden perturbar nuestros órganos de eliminación.

 En todos los casos las toxinas han de ser eliminadas y para ello el organismo tiene la información de cómo llevarlo a cabo.

Tipos de toxinas Exógenas

 Las toxinas exógenas son aquellas que provienen del entorno externo al cuerpo humano. Estas sustancias nocivas pueden ingresar al organismo a través de la alimentación, el agua, el aire que respiramos, los productos químicos presentes en cosméticos y productos de limpieza, entre otros. Algunos ejemplos comunes de toxinas exógenas incluyen los pesticidas en frutas y verduras, los aditivos alimentarios artificiales, los metales pesados en el agua potable y productos frescos y los contaminantes atmosféricos.

Tipos de toxinas Endógenas

 Las toxinas endógenas son aquellas que se producen dentro del propio organismo como resultado de procesos metabólicos y fisiológicos normales. Estas sustancias nocivas son productos de desecho del metabolismo celular y pueden incluir compuestos como el ácido úrico, las aminas, los radicales libres y otros subproductos del proceso metabólico. Además, las emociones negativas como el estrés, la ansiedad y la ira pueden desencadenar respuestas fisiológicas que generan toxinas endógenas.

Importancia de la detoxificación

 Actualmente la mayoría de nosotros nos vemos desbordados por la gran cantidad de desechos que hay que eliminar. Nuestros órganos emuntorios encargados de la eliminación se ven congestionados y dejan de funcionar a pleno rendimiento.     Hablamos de hígado, riñón, pulmón, piel, intestino y sistema linfático.

Consecuencias de la acumulación de toxinas

 La consecuencia inmediata es la acumulación de toxinas en hígado, riñón, intestinos, pulmón (algunos ácidos), piel y sistema linfático. La sangre y la linfa se ensucian, comienzan los síntomas como eccemas, dolor de cabeza, cansancio, edemas, estreñimiento, artrosis, colesterol alto… infinidad más.

 Cuando la capacidad de eliminación se supera, además pueden surgir las enfermedades agudas en un intento por deshacerse de todo aquél tóxico que perturba la óptima bioquímica. Entonces puede surgir la fiebre, las diarreas, la tos, el dolor…..el cuerpo está expresando que necesita con urgencia una limpieza.

Manifestaciones de la sobrecarga de toxinas

 Si no se atienden estos requerimientos, la situación se irá agravando, las toxinas se irán acumulando hasta desarrollar una enfermedad crónica. ¡El cuerpo gritará!.

 Los microbios, los virus y las bacterias se consideran los causantes de la enfermedad; En realidad la mayoría forman parte de nuestra microbiota y permanecen inofensivos mientras la inmunidad natural siga intacta. Si el sistema inmune, directamente ligado al sistema linfático se ve debilitado por la intoxicación creciente, pueden multiplicarse sin freno y producir enfermedades graves.

 Por tanto, hemos de asumir la responsabilidad de nuestra salud, pues un cuerpo sano puede sobrevivir a la presencia de microbios patógenos mientras que un cuerpo debilitado sucumbe a ella.

Enfermedades relacionadas con la intoxicación

 La intoxicación del cuerpo puede estar relacionada con una variedad de enfermedades y trastornos que afectan tanto al cuerpo como a la mente. Entre las enfermedades relacionadas con la intoxicación se incluyen:

 Enfermedades del sistema digestivo: La acumulación de toxinas puede contribuir al desarrollo de trastornos digestivos como el síndrome del intestino irritable, la enfermedad inflamatoria intestinal y el estreñimiento crónico.

 Trastornos metabólicos: La intoxicación puede interferir con el metabolismo normal del cuerpo, lo que puede conducir a trastornos metabólicos como la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico.

 Problemas de la piel: Las toxinas pueden afectar la salud de la piel, causando afecciones como acné, eczema, psoriasis y dermatitis.

 Enfermedades respiratorias: La exposición a toxinas ambientales puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias como el asma, la bronquitis crónica y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

 Trastornos neurológicos: La intoxicación puede afectar al sistema nervioso, lo que puede provocar trastornos neurológicos como la migraña, la neuropatía periférica, la depresión y la ansiedad.

 Enfermedades cardiovasculares: La acumulación de toxinas en el cuerpo puede contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial, la enfermedad coronaria y el accidente cerebrovascular.

 Problemas hormonales: La exposición a toxinas puede interferir con el equilibrio hormonal del cuerpo, lo que puede provocar trastornos como el síndrome de ovario poliquístico, la disfunción tiroidea y la infertilidad.

 Trastornos del sistema inmunológico: La intoxicación puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades autoinmunes, alergias y sensibilidades alimentarias.

La Importancia de la Nutrigenómica y el Genotipo 4

 Hay una información muy interesante y vanguardista desde el punto de vista de la Nutrigenómica, que es la ciencia que estudia la alimentación en relación a nuestro tipo genético o genotipo. En concreto, el Genotipo 4 (de los seis genotipos estudiados) es un detoxificador lento debido a su genética. Esto significa que las personas con genotipo 4 tienen una predisposición natural a sobresaturarse de toxinas a menos que tomen medidas activas para ayudar a su sistema a depurarlas.

 Las personas con este genotipo se pueden enfrentar a mayores desafíos en la eliminación de toxinas, lo que las hace más susceptibles a los efectos negativos de la acumulación de sustancias nocivas en el cuerpo. Por eso, es crucial que quienes tienen este perfil genético adopten estrategias de detoxificación más rigurosas y personalizadas. Esto puede incluir una dieta rica en alimentos que apoyen la función hepática, como vegetales crucíferos, cítricos y alimentos ricos en fibra, así como la incorporación de hábitos saludables como una hidratación adecuada, ejercicio regular y posiblemente el uso de suplementos específicos.

Alimentos vivos vs. alimentos muertos

 Comprender que la intoxicación del cuerpo es la causa fundamental de todas las enfermedades permite definir el camino hacia la salud, que se obtendrá con la eliminación periódica de los venenos e ingiriendo sólo alimentos nutritivos vivos necesarios para el buen funcionamiento de los órganos, prescindiendo al máximo de alimentos muertos con calorías vacías.
Un alimento vivo es aquél capaz de generar vida con sus semillas. Un alimento muerto y vacío es la harina refinada, azúcar, etc…

Épocas recomendadas para la depuración

 La primavera es la estación depurativa por excelencia. Nuestro organismo lleva a cabo una mayor detoxificación, y si se le ayuda a realizar su trabajo, nos lo agradecerá infinitamente en forma de salud.

 Al comienzo de la primavera y el otoño son dos muy buenas épocas para deshacernos de lastres que dificultan las innumerables reacciones enzimáticas de nuestro cuerpo, que no se pueden llevar a cabo de forma óptima si los receptores de las células están ocupados con tóxicos.

 Se recomienda como mínimo dos limpiezas al año, salvo caso de enfermedad o disturbio que será conveniente iniciar la limpieza en el corto plazo.

Frecuencia y métodos de limpieza

 Para llevar a cabo una profunda limpieza y en varias fases contamos con diversos suplementos específicos para cada emuntorio.

 Fitoterapia, minerales, oligoelementos, aminoácidos, prebióticos , probióticos y otros, así como una dieta hipotóxica y masaje en puntos neurolinfáticos participan de forma eficaz en la limpieza.

 Y por supuesto con Par Biomagnetico podrás limpiar metales, metaloides, restos de medicamentos, toxinas en el riñón, hígado, páncreas, pesticidas, sistema linfático y sangre.

 

 

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